La renuncia del ministro de Hacienda José Antonio Meade, que aspira a la presidencia del país por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su reemplazo por el ex director de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya, no debería provocar cambios significativos en la economía, dijo a Sputnik la economista Paulina Contreras. El actual presidente Enrique Peña Nieto ha puesto sus esperanzas en Meade para derrotar al opositor Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sin embargo, la segunda economía de América Latina no puede remontar su bajo crecimiento.
"Son muchos los factores que han ayudado para que el crecimiento del país no sea el esperado. La tasa debería ser del 5% pero ha sido del 1,5%, 2%, quizás 3% en los mejores años", señaló Contreras.
Para la experta, elementos que frenan el crecimiento son la inseguridad y la no vigencia del Estado de derecho. Otros problemas son el peso de la deuda externa y la reforma impositiva en Estados Unidos, que puede hacerle perder competitividad a la economía mexicana.
"La deuda era del 34% cuando Enrique Peña Nieto asumió la presidencia y hoy está en 43%. Si bien la tendencia ya no está creciendo no deja de ser importante", agregó.