A mediados de 2016 cuando Donald Trump era candidato a la Presidencia de Estados Unidos, dijo que la Organización Mundial del Comercio (OMC) era un "desastre", y si era necesario cuando fuera presidente sacaría a Estados Unidos.
Las señales luego de la asunción como primer mandatario siguieron en la misma línea. Hasta el momento el debate se concentra sobre las posibilidades de que medidas de este tipo se concreten y sobre qué pasaría en el caso de que así sea.
"En estos momentos el 85% de lo que se transa a nivel mundial se hace a través de cadenas globales de valor y esto no lo puede modificar Trump, por lo menos en términos sustantivos. Es muy posible que pueda afectar alguna de las cadenas, las que están más vinculadas a los capitales norteamericanos pero en una porción muy limitada y muy acotada", apuntó en diálogo con Sputnik el analista argentino Miguel Ponce, Director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI.