De acuerdo a la bióloga Marisa Mariñán, los primates son un "orden de mamíferos" que surgió hace más de 60 millones de años. Estos se clasifican en dos subórdenes: Strepsirrhini —entre los que se encuentran los lémures y los lori— y Haplorrhini —tarseros y simios—. Los humanos entramos en esta última categoría junto con gorilas, orangutanes, chimpancés y bonobos.
"Los chimpancés tienen un cerebro muy desarrollado y, por lo tanto, presentan unas habilidades cognitivas y comportamentales complejas. Son muy inteligentes, tienen actitudes que nos recuerdan mucho a los seres humanos. Incluso nos superan en memoria, ya que a lo largo de su evolución se han visto obligados a desarrollarla como acto de supervivencia", explicó Mariñán.
Este año se difundió el video de un chimpancé usando Instagram como si fuera una persona. Miraba una imagen, le hacía zoom, y después regresaba al inicio para elegir otra foto. Para la bióloga este comportamiento no es sorprendente ya que son capaces de cosas aún más increíbles.
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"Uno de los grandes descubrimientos en los años 60 fue la observación de chimpancés fabricando y utilizando herramientas para capturar termitas. Algo de lo que antes se pensaba que solo éramos capaces los humanos", agregó Mariñán, quien es coordinadora de programas del Instituto Jane Goodall España, una ONG que se dedica a proteger a estas especies en Senegal y Guinea.
Los grandes simios son capaces de mostrar emociones complejas como la empatía, el altruismo, la cooperación y hasta la capacidad de mentir. También pueden vocalizar y aprender el lenguaje de signos para comunicarse.
"La presión de las actividades humanas en sus hábitats está causando una merma en sus poblaciones. Las explotaciones mineras en la zona de Congo generan, aparte de la destrucción de hábitats, el tráfico ilegal de estos animales para comerlos o para mascotismo. Todo esto los está llevando al borde de la extinción", concluyó Mariñán.