El consumo indiscriminado de plástico es un problema cada vez más grave para el planeta. Las aguas del océano Pacífico han visto cómo este material termina conformando una isla tóxica que contamina y mata la fauna marina.
"Como tengo expertise de más de 12 años en el plástico, empecé a solicitar información a amigos del medio para conseguir un material parecido y armar un prototipo", contó a Sputnik Roberto Astete, uno de los fundadores de Solubag.
Además de impulsar el consumo de un material biodegradable, Solubag tiene como objetivo ayudar a cambiar el paradigma sobre el uso del plástico, donde el ciudadano se hace cargo de su destrucción.
Según Astete, el proceso de disolución en el agua dura solo cinco minutos.
"El plástico tradicional siempre se ha beneficiado de que hay un tercero involucrado que lo recicla o lo vuelve a producir en otro producto. Aquí con esta tecnología es completamente distinto. Tú tienes el poder de decidir usar nuevamente la bolsa, o destruirla cuando lo desees".
La bolsa hidrosoluble ya cuenta con la patente para su venta y distribución. En octubre estará disponible en Chile, pero existen pedidos de otros países, así que próximamente el producto estará accesible en otras regiones.