En la investigación la científica estudió colonias de hormigas y buscó identificar los problemas que afectan negativamente el ingreso de recursos a los nidos. Por ejemplo, algunos de los factores que reconoció fueron el viento y la presencia de obstáculos en los senderos de forrajeo. Incluso, aunque se los catalogue como seres inferiores, las hormigas como insectos sociales pueden enseñarnos a vivir mejor.
"Hay un montón de comportamientos de las hormigas que son similares a los humanos, por ejemplo, la coordinación. Ellas para mover algo juntas hacen lo mismo que nosotros, se tienen que poner de acuerdo para ver en qué dirección ir. Y si bien no tienen un lenguaje como el que nosotros utilizamos, sí tienen su lenguaje químico", explicó Marina Alma a 'Big Bang'.