Los francotiradores están apostados hace tiempo y se localizan en varios ángulos. El blanco: el dólar. Así, en este llamado constante a realizar transacciones comerciales prescindiendo de la moneda norteamericana, el ministro de Industria y Comercio de Rusia, Denís Mánturov declaró a Sputnik que Moscú se prepara para empezar a realizar sus negocios con América Latina, entre otros socios, en las divisas nacionales de los respectivos países.
También el BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, llamó a combatir la hegemonía del dólar y exhortó a varios países a que apoyen la iniciativa, entre ellos Turquía, Jamaica, Indonesia, Egipto y Argentina.
En este sentido, el presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, expresa que "en principio el peso objetivo de unas y otras monedas se deberían basar en razones objetivas, y la economía de EEUU ya no tiene el peso internacional que tenía antes, y lógicamente el dólar debería ir perdiendo peso, ir perdiendo esa posición de moneda de reserva que le da una extraordinaria capacidad de dominio a EEUU sobre el conjunto del mundo. EEUU se está oponiendo a estos movimientos (pagar transacciones en otras monedas) con todas sus fuerzas".
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"Ahí hay un movimiento progresivo, no va a ser un movimiento fácil, porque detrás de esas estructuras, independientemente de las razones objetivas del peso económico de unos y otros países, hay instrumentos políticos que los están defendiendo, y también una capacidad militar. Y EEUU y el resto de Occidente va a intentar seguramente utilizar uno u otro recurso para defender esta situación de privilegio con todas sus fuerzas", indica el experto.
En un evento que reunió a jefes de Estado y de Gobierno de 53 países africanos, los jefes de la Unión Africana, otras importantes organizaciones regionales e internacionales, al secretario General de la ONU, y los principales altos cargos de China, Xi defendió el libre comercio e instó a combatir el proteccionismo y el unilateralismo.
"China tiene la intención de promover 50 proyectos de ayuda, tales como la realización de la iniciativa 'La Nueva Ruta de la Seda', las actividades pacificadoras de la ONU, la lucha contra la piratería marítima y el terrorismo", dijo Xi, mientras juraba perdonar obligaciones a algunos de los países en peor estado; la importación de una mayor cantidad de productos; y billetes frescos: 60.000 millones de dólares. ¿Un 'Plan Marshall' a la china?
Respecto a este Foro, Zelaia opina que "encaja perfectamente en el contexto de lo que viene sucediendo durante los últimos años en la relación entre China y África, y en el conjunto de las relaciones de África con los países industrializados. Es un proceso en el que los países occidentales, EEUU y Europa, están perdiendo de forma progresiva su influencia" al contrario de lo que ocurre con los países emergentes, explica, al citar China y Rusia.
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"Detrás de este fenómeno hay factores clave. Por un lado es el peso objetivo que los países emergentes van teniendo en la economía mundial. A la vez que Occidente ha ido reduciendo su peso, los países emergentes lo han ido incrementando y esto se va notando en una mayor presencia en los distintos espacios territoriales. Por otro lado se ha producido un claro reequilibro político con un peso creciente de China y Rusia, y esto le está dando más capacidad de influencia en distintos espacios territoriales y en África en concreto. Y también hay un factor muy importante que es el tipo de relación que unos y otros países están manteniendo con la sociedad africana y con las posibilidades de desarrollo económico", explica Zelaia.
Xi zanjó estas inquietudes: China sigue los principios de la no injerencia en el proceso de búsqueda por parte de los países africanos de una propia vía de desarrollo, correspondiente a sus particularidades nacionales y no imponer ni dictar su voluntad, ni buscar provecho político personal, ni condiciones políticas de ningún tipo, a los Estados africanos, a la hora de ofrecerles ayuda, dijo.
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Para Zelaia, "la deuda puede ser un instrumento peligroso, y está claro que a lo largo del siglo XX y en las últimas décadas, es utilizada con frecuencia en el ámbito internacional como un instrumento de control. Y muchas veces los organismos occidentales han concedido préstamos a sabiendas de que el país receptor iba a tener muchas dificultades para hacer frente al mismo, pero utilizándolo para que en el momento que el país se viera en aprietos para poder hacer frente a la deuda, poner condiciones en favor de los intereses estratégicos de los grandes países occidentales".
"El tipo de financiación en el que está trabajando China, es financiación de proyectos que en sí mismos están destinados a generar riqueza y que va a permitir retribuir y devolver el préstamo que se ha recibido", concluye Adrián Zelaia.