El documento prevé limitar la cooperación de Moscú con Washington en el espacio y restringir las exportaciones rusas de titán —el metal que utilizan las compañías aeronáuticas como Boeing y Airbus—.
"Nuestra respuesta a las acciones poco amistosas de EEUU tiene que ser sistemática (…) Está claro por qué este proyecto de ley se está preparando. Nuestras respuestas a las acciones de EEUU son amplias, pero hay que calcularlas todas de una manera minuciosa para que no nos afecten. EEUU compra distintos bienes a Rusia, incluido el titán. Nuestros conciudadanos trabajan en esta esfera por eso no podemos romper los contactos necesarios", señaló.
Por su parte, un funcionario de alto rango del Ministerio de Industria y Comercio de Rusia, cuya identidad no fue revelada, declaró al periódico ruso Izvestia que los empresarios rusos quieren cooperar con sus colegas estadounidenses y no les gustaría perder los contactos existentes.
Otro factor que influye en la industria aeroespacial de EEUU es el hecho que esta depende de las exportaciones de titán y los bienes producidos de este metal. Según varios cálculos, Rusia suministra a las empresas Boeing y Airbus entre el 40 y el 60% del volumen necesario de titán. Sin este metal, los lanzamientos de naves espaciales por parte de EEUU tendrían muchas dificultades.
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