El inicio de la operación ha sido declarado por parte de los grupos Ejército de los leones del este y Fuerzas del mártir Ahmad Abdo. El número total de combatientes en estas estructuras asciende a unos 4.000 soldados.
Los analistas consideran que los rebeldes, por una parte, no quieren quedar al margen de las negociaciones que están teniendo lugar en Ginebra y Astaná y, por la otra, tienen el apoyo de patrocinadores extranjeros, quienes hacen todo lo posible por evitar un alto el fuego en Siria.
"La experiencia demuestra que los terroristas están violando la tregua constantemente. Por lo tanto, a pesar del hecho de que estamos hablando de zonas donde hay un alto el fuego, no podemos bajar la guardia en ningún momento", según la fuente.
Los objetivos de la operación 'Nuestra tierra' pueden parecer dudosos a primera vista, ya que prevén adentrarse en el desierto, donde no hay ciudades ni asentamientos importantes. Sin embargo, a juicio del analista militar sirio en estrategia y geopolítica Hasán Hasán, las acciones de los grupos armados se corresponden al 100% con las metas de Estados Unidos y sus aliados en Siria.
"No es ningún secreto que detrás de estos grupos está Washington, que quiere continuar la guerra de cualquier modo posible. En consecuencia, la presente operación es un golpe clave a la iniciativa de Rusia sobre la creación de zonas de distensión", hizo hincapié Hasán.
Además, de acuerdo con Hasán, otro fin de los estadounidenses que están tratando de poner en práctica con las manos de la oposición armada es interrumpir las rutas de suministro entre Irán, el Ejército sirio y el movimiento Hizbulá.
En opinión del especialista militar ruso Dmitri Zhuravliov, "el desierto fue elegido para la operación como un lugar donde la presencia de las fuerzas sirias está limitada. De ahí que los rebeldes gocen de libertad de movimientos". Zhuravliov añadió que los grupos armados intentan causar impacto en las negociaciones sobre Siria en Ginebra y Astaná.