El A-100 es un complejo aéreo multipropósito de inteligencia, alerta temprana y control aerotransportado, destinado a convertirse en un centro de mando aéreo, cuya tripulación puede, con ayuda de sistemas automatizados, comandar las fuerzas aéreas y los complejos terrestres de defensa antiaérea.
El complejo también es capaz de defenderse y defender a otros aviones en las cercanías con ayuda de interferencias radioelectrónicas. Aunque las características finales del nuevo avión no se conocen, se cree que el avión podrá detectar cazas a una distancia de más de 600 kilómetros y submarinos a una distancia de 400.
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El uso de los complejos aéreos de alerta temprana y control aerotransportado es uno de los puntos clave del desarrollo moderno de las Fuerzas Aeroespaciales rusas.
