Anteriormente, el legislador de San Petersburgo Vitali Milónov –conocido sobre todo como uno de los principales promotores de la 'ley antigay' rusa, entre otras iniciativas polémicas– propuso a la ministra de Sanidad, Veronika Skvortsova, examinar si la renuncia voluntaria a tener hijos es un síntoma de una enfermedad desconocida.
Según Izvestia –que dispone de una copia de la respuesta del ministerio a Milónov– el ente, en conjunto con el Instituto de Psiquiatría Serbski, investigó si se puede considerar a los ‘childfree’ enfermos mentales.
Los expertos concluyeron que este fenómeno “puede atribuirse a diversas causas”.
“Sin embargo, en la actualidad no hay motivos para reconocer como enfermos mentales a los sin hijos por elección”, dictaminaron.