Los sistemas abandonan sus bases y toman posiciones tras recorrer decenas o cientos de kilómetros por rutas secretas, que evitan las carreteras convencionales, señala el rotativo.
Así, nubes de un gas especial las hacen prácticamente invisibles desde el aire, y una vez en el destino, entran en acción los dispositivos de lucha radioelectrónica.
Los Yars y Topol también son acompañados por vehículos Taifún M dotados con drones, que se encargan de impedir eventuales acciones subversivas.
El despliegue cubre un enorme territorio; solo a la división de Téikovo, en la provincia de Ivánovo, le corresponde una zona equivalente a varios países europeos.
La duración de estas misiones de patrullaje nuclear es cada vez mayor, destaca el rotativo; esta vez, el entrenamiento durará entre dos semanas y un mes.
Las RVSN tienen en sus arsenales misiles intercontinentales de clase pesada (RS-20V Voevoda o Satanás, según la clasificación occidental) y de la clase ligera (RS-18 Stilet y RS12M2 Tópol M), así como el nuevo misil balístico intercontinental RS-24 Yars (SS-X-29 para la OTAN), que es la versión modernizada del Tópol-M, con un alcance de 11.000 kilómetros; destaca por su alta maniobrabilidad y tiene una ojiva de guiado individual y reentrada múltiple.