"Se precisa control desde el principio de transporte de equipamientos o turistas, hasta el fin de todos los procedimientos, todo debe estar controlado, estudiamos realizar cambios de la legislación que permitirán controlar todo el proceso de transporte de productos o personas", señaló el titular entrevistado por el rotativo ruso.
Donskoi explicó que Rusia "está interesada en que no hayan sucesos negativos de ningún tipo en territorio de la Antártida durante las operaciones de transporte, desde el punto de vista de contaminación del medio ambiente".
Se informa que el Ministerio tiene previsto incrementar el control ecológico en la Antártida, para evitar consecuencias negativas para el medio ambiente, y las misiones de observación tendrán lugar a lo largo de dos meses al año, durante el corto verano antártico, de febrero a marzo.
El observador será un funcionario que deberá revisar a todos los investigadores rusos, transportistas de equipamiento y representantes del turismo.
Para 2017 la cantidad de observadores podría incrementarse a 10 personas.