Exactamente, según el rotativo, se trata de un contrato firmado entre la agencia rusa y el Departamento de Defensa estadounidense para entregar 63 helicópteros Mi-17 al Ejército de Afganistán.
Desde 2011, cuando se pidió el primer lote de helicópteros, la agencia rusa ingresó con este contrato 1.120 millones de dólares, de acuerdo a los datos de la web de las contrataciones públicas de EEUU USAspending.gov.
Las entregas concluyeron en octubre de 2014, cuando se envió a Afganistán el helicóptero 63 fabricado, al igual que el resto de los Mi-17 suministrados, en la planta de Kazán perteneciente a la corporación Helicópteros de Rusia.
Fotos: Helicópteros rusos de combate
El Pentágono justificó su elección argumentando que el Mi-17 es el mejor helicóptero para la Fuerza Aérea afgana por su resistencia y el buen conocimiento que tienen los pilotos afganos de este aparato.
Mientras tanto, Rosoboronexport, que exporta armamento por 13.000 millones de dólares al año, estuvo en el punto de mira de EEUU desde el inicio de la crisis ucraniana.
Tema: Arreglo de la crisis en Ucrania
En abril de 2014, el senador republicano Bob Corker presentó un proyecto de ley que instaba al presidente Barack Obama a bloquear los activos de la agencia rusa.
Un mes antes, cinco congresistas instaron al secretario de defensa a suspender el contrato con Rosoboronexport en virtud de un decreto presidenciales que permitió aplicar sanciones contra empresas y representantes de la industria militar rusa, pero el Pentágono dejó claro que las cláusulas contractuales no estipulaban sanciones como motivo para anular la transacción.
El pasado martes se supo que las autoridades estadounidenses impusieron sanciones a varias empresas rusas por infringir la ley de no proliferación nuclear con respecto a Irán, Corea del Norte y Siria.
Además de Rosoboronexport, entre estas empresas figura la corporación aeronáutica MiG.
