Las cifras muestran que en los últimos seis meses, los rusos compraron 51,4 millones de decalitros (unidades de diez litros) de vodka, lo que es 3,5 millones menos que durante el mismo período de 2014.
Dentro de todas las bebidas alcohólicas que se consumen en el mercado ruso, el vino representa un 9,9%, lo que es un aumento frente al 9,5% del mismo período del año anterior.
Durante la primera mitad de 2014, los rusos compraron 27,6 millones de decalitros de vino, mientras que este año la cifra asciende a los 28,7 millones.
El mayor consumo de vino se explica con la aparición en el mercado de una gran cantidad de vinos de Crimea a bajo costo.
Los expertos estiman que la pérdida de populariad del destilado ruso se debe además a un cambio generacional, “los jóvenes no beben lo mismo que sus padres”, comentan.