Así, Rosoboronexport recibió el pasado año unos 11.200 millones de dólares, un 15% menos de lo que le debían por los suministros. Los pagos suelen retrasarse por un plazo de uno a ocho meses desde que las naciones occidentales impusieron en 2014 las sanciones a Rusia.
La prohibición estadounidense se extiende en particular a las empresas armamentísticas Bazalt, Kalashnikov y KBP y las electrónicas KRET, Sirius y Sozvesdie, todas ellas integradas en Rostec.
También se retrasan las transferencias a otras empresas del sector de defensa, como Uralvagonzavod (UVZ), afirmó el representante de Rostec. El portavoz de UVZ declinó hacer comentarios.
Aparte de las sanciones, a juicio del banquero, el hecho se debe a varios acuerdos internacionales que Rusia aplica desde 2014, en particular, las reglas FATCA que obligan a los bancos a informar del movimiento de dinero en las cuentas que podrían ser de contribuyentes estadounidenses, así como a la actuación de reguladores rusos que endurecen el control monetario en un intento de reducir la salida de capitales.