"El trabajo del centro científico será realizar investigaciones en varias áreas. Una de esas es la hidrometeorología, otra sería la observación del hielo ártico, y en el campo geofísico se estudiarán los niveles de radiación solar y los efectos en la capa de ozono; además se estudiarán los efectos de la contaminación en las inmediaciones de la isla ya que operan varios proyectos industriales", dijo al periódico el ministro de Ecología y Recursos Naturales de Rusia, Serguéi Donskói.
Cerca de un tercio de la superficie ártica es territorio ruso, explicó el ministro, "y en nuestro territorio se observa un 80% de la biodiversidad ártica, con distintos tipos de aves endémicas, morsas, osos polares y otras especies de mamíferos".
"Muchas de estas especies están amenazadas. Por eso es importante estudiar la zona y tomar medidas para proteger la seguridad ecológica del Ártico ruso", dijo.
En los últimos años Rusia ha emprendido una intensa labor para activar el desarrollo de los territorios del norte, en particular el desarrollo de la ruta marítima y la extracción de recursos minerales.
Las medidas tomadas por el país para defender sus intereses en el Ártico, que incluyen algunas de carácter puramente militar, no escapan de la creciente atención de los países de la OTAN, cuyo interés por el Ártico también ha aumentado bruscamente.