“Dado que las flores y los regalos no son artículos de primera necesidad serán lo primero en que los rusos dejarán de gastar dinero”, opina el analista de FINAM, Timur Nigmatulin, al añadir que los rusos con ingresos más bajos “pueden renunciar completamente a los regalos” en las próximas fiestas.
Nigmatulin recuerda que las familias más necesitadas gastan casi la mitad de sus ingresos en la comida mientras que la inflación alimentaria anual se situó en un 21% a finales de enero.
Según un sondeo de la encuestadora rusa VTsIOM, el Día de San Valentín es la fiesta de origen extranjero más popular en Rusia celebrada por un 37% de los encuestados, un porcentaje muy por encima de Halloween (7%), Año Nuevo chino (5%) o el Día de San Patricio (2%).