"Con la total connivencia de las autoridades desde el inicio de este año en Ucrania han ocurrido 60 ataques a iglesias y sacerdotes ortodoxos del Patriarcado de Moscú, todo esto, por cierto, en el mismo centro de la culta y civilizada Europa", destacó Ivanov.
El tema principal abordado en la reunión fue la defensa de los creyentes en las zonas de conflicto, sobre todo en el Oriente Próximo, según informó Rossiyskaya Gazeta.
El funcionario puso varios ejemplos recientes de persecución de feligreses en Siria y en Irak, donde fueron destruidos cientos de templos cristianos, mientras la comunidad de seguidores de Cristo de Bagdad disminuyó en un 50%.
El Consejo de Colaboración con Uniones Religiosas acordó una declaración en la que exhorta a todos los involucrados en conflictos armados a que abandonen todas las acciones de violencia o discriminación basadas en la intolerancia religiosa o nacional.
El documento insta además a defender a los civiles, en primer lugar a las mujeres, niños y ancianos y a cooperar para que estos grupos de la población logren recibir ayuda humanitaria sin ningún tipo de obstáculos.
En la declaración se hace un llamado a crear corredores humanitarios para que los desplazados puedan abandonar las zonas donde se mantienen las hostilidades.