El candidato a subsecretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, dejó claro que Washington examina suministrar armas letales a Ucrania, algo que, según expertos entrevistados por el diario Kommersant, no hará sino provocar una escalada del conflicto en Donbás.
Anteriormente, al intervenir en el Senado, Blinken —asesor adjunto de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional— afirmó que "un elemento que, con suerte, les hará pensar dos veces (a los rusos) antes de dar otros pasos consiste en fortalecer la capacidad de las Fuerzas Armadas ucranianas, también con la ayuda de equipos defensivos letales" y llamó a examinar esta opción.
Hasta el momento, la administración de Barack Obama no ha dado luz verde a los envíos de armas a Ucrania.
Ni siquiera el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que visitó Washington en septiembre pasado, consiguió persuadir a la Casa Blanca a que suministre armas al país eslavo diciendo en el Congreso que "la guerra no se gana con mantas" en alusión a la ayuda militar no letal estadounidense a Kiev.
Blinken hizo sus declaraciones en vísperas de la visita a la capital ucraniana del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, que este viernes se reunirá con el presidente Poroshenko y el primer ministro Arseni Yatseniuk.
"Es una visita de importancia crucial para Ucrania", afirmó en entrevista a Kommersant el politólogo kievita Vladímir Fesenko.
Según el experto, "el señor Biden es el curador de Washington para Ucrania". "Es muy probable que durante su visita se aborde también la cooperación ténico-militar", dijo.
El director de la oficina moscovita de la Fundación Carnegie, Dmitri Trenin, opina por su parte que si EEUU accede a enviar armas a Ucrania el conflicto en Donbás degenerará en algo mucho más peligroso.
"Las víctimas debido al uso de las armas estadounidenses (por el Ejército ucranianio) provocarán una expansión del conflicto y resultarán en la implicación de terceras partes", advirtió.
Asimismo, estimó que "examinando la posibilidad de armar a Ucrania, la Casa Blanca parece subestimar la eventualidad de una respuesta de Moscú que sin duda alguna lo interpretará como una violación de la línea roja".
