Los médicos militares junto con la Policía Militar harán cada año pruebas de drogas en el Ejército ruso. Los respectivos decretos firmados por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, asimismo contemplan controles antidroga sorpresa, escribe este miércoles Izvestia.
Por ahora, en virtud de la ley federal "Sobre las bases de la protección de la salud de los ciudadanos", el militar debe dar por escrito su consentimiento para la prueba. O sea, tiene el derecho de negarse a pasar el test y continuar el servicio. Pero su superior será informado al respecto.
Izvestia recuerda que la Duma de Estado (Cámara baja del Parlamento) ha aprobado en la primera lectura el proyecto de ley que autorizará licenciar al militar alistado por contrato si se niega a someterse a la prueba de detección de drogas.
El Ministerio de Defensa comentó que los militares que rechazarán los test no podrán servir en las tropas de misiles, submarinos e instalaciones donde un leve error puede costar la vida al propio militar y a sus compañeros.
Aparte de las pruebas programadas, que abarcarán tanto a generales como a soldados rasos, en 2015 deberán comenzar los controles sorpresa. De acuerdo a las estadísticas, un 4,7 por ciento de los cadetes militares rusos han probado drogas alguna vez.
