En Rusia están en moda los proyectos educativos infantiles, y mucha gente deja un negocio aburrido para dedicarse a ellos, tal como hizo Alexandr Fiódorov, de 34 años, según informa el periódico Védomosti.
Fiódorov se graduó de químico en la universidad de Perm en 2001, pero no trabajó ni un día en esa especialidad, pues siempre quiso tener su propio negocio. Se dedicó a la compra-venta de materiales de construcción, pero la crisis del 2008 puso todo en su sitio, destaca el periódico.
“En esa época con dos socios más organicé el Novosibírsk una red de parques de mariposas. Para mantener el negocio y desarrollarlo, inventamos un grupo de contacto con animales domésticos dentro del parque, que dentro de un tiempo se convirtió en un proyecto propio al que llamamos zoo de contacto”, afirmó el empresario ruso.
En estos parques zoológicos no hay jaulas, se puede acariciar a los animales y darles de comer, hacer fotos con ellos y abrazarlos. Fiódorov y sus socios decidieron denominar estos parques ‘Embajadas Forestales’. Desde el 2012, cuando se registró la marca, el número de ‘Embajadas’ para animales ha crecido considerablemente, ya hay unos cinco centros de este tipo, normalmente ubicados en zonas de recreo. En Moscú esta ‘Embajada’ se encuentra en el 5º piso del centro comercial Megapolis en la avenida Andrópov.
En cada zoo de contacto hay de 15 a 17 tipos de animales, entre ellos conejos, cabras, ovejas, erizos, canguros, ciervos, avestruces y otros. Normalmente se compran animales nacidos en cautiverio, no hay ningún habitante salvaje. “Están presentes animales que conviven con el hombre durante miles de años, son totalmente inofensivos para los visitantes”, aseguró el creador del proyecto.
Fiódorov subrayó que en las ‘Embajadas forestales’ se pueden organizar clases abiertas de biología, además es el lugar ideal para niños discapacitados, sobre todo los que poseen problemas de la vista. En esos parques los visitantes pueden tener un contacto físico con los habitantes del mundo animal.
