Los precios mayoristas de alimentos en Moscú y las regiones de Rusia han comenzado a subir, hasta un 60% en algunos renglones, pese a las aseguraciones del Gobierno de que el embargo agroalimentario contra Occidente no afectaría al consumidor, destaca hoy el diario Kommersant.
En el Territorio de Primorie (Extremo Oriente ruso) algunas especies de pescado encarecieron un 40%, y en la provincia de Sajalín (Pacífico) los muslos de pollo se dispararon un 60%.
En la ciudad de Yuzhno-Sajalinsk y su extrarradio, los precios mayoristas de quesos crecieron un 10% y de carne, un 15%. Según el ministro de Agricultura de Sajalín, Nikolái Borísov, los minoristas lo atribuyen al alza de precios en el territorio de Primorie, el principal suministrador de alimentos a la isla.
También vigilan los precios en Moscú, donde, en los 10 días que pasaron desde la entrada del embargo en vigor, las medias canales de cerdo encarecieron un 6%. Según Alexéi Nemeriuk, jefe del Departamento capitalino de Comercio y Servicios, antes de que llegue el invierno es posible también un alza de leche natural.
Mientras, el jefe de Rosseljoznadzor (Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia), Serguéi Dánkvert, denunció ayer que los agrarios de la UE intentan burlar el embargo ruso.
Así, el ente inspeccionó en los últimos días lotes de manzanas, melocotones, peras y tomates introducidos a través del territorio bielorruso y procedentes, según los documentos, de Turquía, Serbia, Macedonia y Zimbabue; pero en realidad eran de Polonia, Eslovenia, Países Bajos y Lituania, dijo Dánkvert.
El viceprimer ministro ruso Arkadi Dvorkóvich declaró ayer que las cadenas minoristas rusas están a punto de sellar contratos con nuevos suministradores lo que permitirá evitar un alza de precios de los alimentos “prohibidos” en los próximos tres meses.
A la vez, el jefe del Gabinete, Dmitri Medvédev, estimó que el embargo agroalimentario contra Occidente podría durar menos de un año.
