La reunión Georgia-OTAN en Bruselas dejó claro que la Alianza prefiere posponer la incorporación al bloque de ese país caucasiano. Tampoco puede esperarlo en un futuro próximo otro Estado exsoviético, Moldavia. Fuentes de la OTAN aseguran que “en Moscú no han de preocuparse al respecto”, escribe hoy Kommersant.
Según expertos, la reunión de ayer fue la última oportunidad de Tiflis para convencer a la OTAN de entregarle un plan de acciones, una especie de invitación a la Alianza.
Pero el bloque no tiene prisa en dar este paso y pide al país caucasiano “una serie de reformas fundamentales”.
En lo que respecta a Moldavia, desde la OTAN advierten que ser miembro de la Alianza implica unos gastos que no pueden permitirse los países pobres.
El secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen reiteró ayer que Georgia algún día entrará en la Alianza y elogió las reformas “democráticas” implementadas por las autoridades del país.
Al mismo tiempo, precisó que "quedan más cosas por hacer ”.
Un algo cargo de la Alianza consultado por el diario ruso explicó que “en el futuro próximo” Georgia no será miembro de la Alianza y llamó al Kremlin a “no preocuparse”.
La Alianza Atlántica también da a entender que Moldavia tiene aún menos posibilidades de unirse al bloque, pues este asunto estará sobre la mesa solo “dentro de unos años”. Además, es “poco probable” que Chisinau pueda asumir los gastos que conlleva la participación en el bloque militar.
De ese modo, las relaciones entre Georgia y Moldavia con la OTAN durante los próximos tiempos se limitarán a un “diálogo político” y “ayuda técnica”.
