El relaciones públicas de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, arcipreste Vsévolod Chaplin, sugirió en unas declaraciones que recoge hoy el diario Izvestia someter a una consulta popular la reintroducción de una sanción penal por las prácticas homosexuales.
“Incumbe a la mayoría popular, no a ciertas fuerzas externas, definir lo que es un hecho penal”, afirmó Chaplin al recordar que diversas sociedades a lo largo de la historia interpretaron como un delito las relaciones homosexuales.
El clérigo está convencido de que la sociedad rusa debe “excluir del todo semejantes contactos sexuales”.
“Mejor si lo conseguimos con persuasión moral. En caso de que sea necesario usar instrumentos legales, preguntemos al pueblo, si está dispuesto”, dijo.
Chaplin comentó así la iniciativa del actor y exsacerdote ruso Iván Ojlobistin quien, en una carta pública al presidente Vladímir Putin, propuso reinstaurar en el Código Penal una sanción contra las prácticas homosexuales u organizar un plebiscito sobre este tema.
Ojlobistin, actualmente director creativo de una gran cadena minorista de artículos electrónicos, considera que la recién aprobada ley contra la propaganda homosexual entre menores no surte efecto porque “la existencia de asociaciones de homosexuales inscritas oficialmente en el registro es de por sí promoción directa de la homosexualidad”.
El presidente la ONG Red LGBT de Rusia, Ígor Kochetkov, criticó a Ojlobistin y a sus partidarios por “ignorancia jurídica” y “amoralidad”.
“Celebrar hoy un referéndum sobre sanciones penales a homosexuales es casi lo mismo que proponer la restauración de los campos de exterminio para judíos en Alemania”, dijo Kochetkov.
Recordó que unas 250.000 personas en Rusia fueron juzgadas por “sodomía”, que se castigó con penas de cinco a ocho años de prisión en el período de 1934-1993.
