Kommersant
Siria retira su candidatura del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Siria renunció a disputar este año el puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, escribe en su edición de hoy el periódico Kommersant.
Ante duras críticas por represión violenta de los actos antigubernamentales, las autoridades de Damasco prefirieron no dar otro motivo para nuevos ataques por parte de Occidente.
La candidatura de Siria, junto con la India, Indonesia y Filipinas, como representante asiático en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería someterse a votación el próximo 20 de mayo.
Pero numerosos Estados y activistas de derechos humanos se opusieran a un posible ingreso de Siria debido a la represión ejercida contra manifestantes en este país árabe desde el pasado marzo. Según activistas de derechos humanos las duras acciones de represión de las autoridades sirias han causado la muerte de 600 a 800 personas.
El embajador sirio ante la ONU, Bashar Al Asad, evitó relacionar la decisión de su gobierno de aplazar la candidatura de Siria con la presión internacional y aseguró que esta se debe a "una reconsideración de las prioridades" de su país.
Según varias fuentes, durante una reunión privada de los países miembros de la ONU que pertenecen al grupo de Asia se decidió que será Kuwait quien se presente en vez de Siria. El emirato debía postularse dentro de dos años, pero se puso de acuerdo para intercambiar el turno con Siria.
Rossiyskaya gazeta, Komsomolskaya pravda
Medvédev propone elaborar medidas de protección de ciudadanos rusos en el extranjero en situaciones de emergencia
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, convocó ayer en su residencia campestre una reunión sobre los problemas de seguridad, escriben hoy los periódicos Rossiyskaya gazeta y Komsomolskaya pravda.
Medvédev encomendó a los organismos competentes elaborar un algoritmo universal para proteger a los diplomáticos y los ciudadanos rusos en el extranjero en el caso de que se produzcan situaciones de emergencia, incluidos atentados terroristas.
Hoy en día, tales situaciones pueden producirse en todos los puntos del planeta. Durante las multitudinarias protestas en el norte de África que desembocaron en desórdenes, allí permanecían miles de turistas rusos y empleados de varias empresas ubicadas en la respectiva región. El Oriente Próximo sigue siendo inestable. En abril pasado, fue perpetrado un ataque contra la misión de la ONU en Afganistán, a raíz del que un ciudadano ruso, que trabajaba en esta misión, quedó herido. El devastador terremoto y el tsunami que azotaron el 11 de marzo la parte nordeste del Japón también pudieron causar víctimas entre los ciudadanos rusos.
“Tales acontecimientos suceden cada año y tenemos que disponer de un algoritmo que nos permita proteger a nuestros ciudadanos que trabajan en el extranjero y evacuar a nuestros turistas”, dijo Medvédev. “Este algoritmo debe ser universal y bien elaborado para que se pueda recurrir a este en varias situaciones de emergencia”, añadió.
Vedomosti
Rusia planea prescindir de créditos externos
El ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, informó de que Rusia no planea este año captar créditos en los mercados mundiales, escribe en su edición de hoy el periódico Vedomosti.
Kudrin explica esta decisión por mantenerse los precios del petróleo en los niveles bastante altos, gracias a que Rusia obtendrá 1.13 billones de rublos de ingresos adicionales provenientes de gas y petróleo, lo que es casi un 30% más que en el año 2010 y permite reducir el déficit presupuestario del 3.6 al 1.3% del PIB. Además aduce a que los ingresos a la Hacienda son nada despreciables y la balanza de pagos es fuerte.
A pesar de estas previsiones optimistas, los economistas rusos aconsejan tener en cuenta la inestabilidad de este crecimiento. Más aun, no son unánimes en lo que a la aplicación de los instrumentos económicos preventivos se refiere.
Algunos argumentan que en el caso del déficit presupuestario cabe financiarlo a través de préstamos internos, ya que esto permite evitar riesgos cambiarios. Otros expresan una opinión contraria, afirmando que el bajo costo de crédito externo de hoy permitiría a Rusia aumentar su deuda externa sin mucho riesgo, acumulando ingresos para el caso de empeoramiento de la coyuntura externa.
Se nota que las autoridades rusas prefieren evitar cualquier riesgo relacionado a créditos externos acordándose de la crisis del 1998 y dándose cuenta de que la situación siempre puede cambiar hacia lo peor.
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