Prensa rusa al día (27 de septiembre)

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Moscú, RIA Novosti

RBK Daily

Aeroflot promoverá en Cuba aviones regionales Sukhoi SuperJet 100

El director general de Aeroflot, Valeri Ókulov, desveló el miércoles la intención de crear en Cuba una empresa mixta que usará el flamante avión ruso Sukhoi SuperJet 100 para vuelos regionales en el mercado latinoamericano. Fuentes de la mayor aerolínea rusa indican que los socios de Aeroflot en este proyecto serán Cubana de Aviación y la empresa operadora de Sheremetievo, una de las principales terminales aéreas de Moscú.

Aeroflot recibirá las primeras naves del modelo Sukhoi SuperJet 100 el próximo año para usar estas máquinas en el mercado doméstico. El subdirector de la empresa, Lev Koshliakov, admite que una parte del lote 45 aviones contratado por Aeroflot podría ser traspasada a la nueva joint-venture en Cuba. La operadora de Sheremetievo, según él, se encargará de organizar en esta compañía el servicio de mantenimiento técnico y prestaciones a pasajeros.

En agosto pasado, el ministro ruso de Transporte Igor Levitin mencionó el plan de crear en La Habana un importante centro del transporte aéreo. El proyecto se encuentra todavía en la etapa inicial pero lo más probable es que Aeroflot se encargue de operar vuelos de pasajeros procedentes de Cuba, mientras que otra aerolínea rusa, Volga-Dniepr, podría dedicarse al transporte de carga. Sheremetievo, a su vez, se ocuparía del mantenimiento de la terminal aérea en La Habana aunque el director de esta entidad, Mijaíl Vasilenko, señala que el asunto "está en la fase de estudios" y que "el Ministerio de Transporte ha creado un grupo de trabajo para que tome la decisión definitiva" al respecto.

El pasado año, Aeroflot transportó a 7,29 millones de pasajeros y obtuvo un margen neto de más de US$300 MM.

Gazeta

Rusia, cerca de Togo y Gambia en lista de países más corruptos

Rusia descendió del 121º al 143º lugar en el Índice de Percepción de la Corrupción, informe anual presentado el miércoles por Transparencia Internacional (TI). La delegada rusa de esta ONG, Elena Panfílova, se muestra convencida de que políticos locales vendrán ahora con reproches de que el estudio no es objetivo.

En la nueva edición del informe, Rusia recibió la puntuación de 2,3 en la escala que mide la corrupción de cero a diez. En la lista de 180 países, Rusia es el número 143, posición que comparte con Gambia, Indonesia y Togo. Semejante evaluación significa que las corruptelas allí forman parte del sistema. Las naciones menos corruptas, según TI, son Dinamarca, Finlandia y Singapur. 

Panfílova señala que "empresarios y expertos, en cuyas opiniones se sustenta la calificación, se sienten cansados con el volumen de la retórica anticorrupción que no está avalada con hechos reales". El período de elecciones, según ella, determina el éxito del ulterior trabajo en esta materia: "Si se preserva ahora la práctica de compra de lugares en listas electorales, no podremos hablar siquiera de la lucha contra las corruptelas".

Evgueni Gontmacher, del Centro de política social, respalda a TI en la conclusión de que el problema es parte del sistema. Para combatir la corrupción, es necesario reducir el protagonismo del Estado en la regulación de los procesos económicos y financieros, opina él.

El descenso de Rusia en el Índice de Transparencia Internacional supone otro quebradero de cabeza para Víctor Zubkov, nuevo primer ministro de este país y, en el pasado, jefe de la agencia federal para la supervisión financiera. Dicho organismo ha sido separado del Ministerio de Hacienda, pasará a supeditarse directamente al Gobierno y tendrá entre sus atribuciones la lucha anticorrupción.

Kommersant

Crisis birmana deja trasver rivalidad de grandes potencias por recursos energéticos

El Consejo de Seguridad de la ONU no sabe cómo reaccionar a la represión de las protestas multitudinarias en Myanmar: EEUU, Francia y Gran Bretaña sugieren tomar sanciones drásticas contra el régimen militar birmano, mientras que China y Rusia están convencidas de que se trata de un asunto interno. Algunos expertos suponen que la caída del actual Gobierno birmano afectaría a los intereses económicos de Pekín y Moscú.

No es casual que el futuro de este régimen haya acaparado la atención de las grandes potencias mundiales. Myanmar, conocido antiguamente como Birmania, tiene gran importancia estratégica para China y será dentro de poco una pieza clave para la seguridad energética del coloso asiático. Las reservas exploradas del gas natural en Myanmar se calculan en 2,46 billones de metros cúbicos, y las del crudo, en 3,2 mil millones de barriles. Las mayores corporaciones chinas, tales como CNPC, Sinopec y CNOOC, firmaron con Myanmar grandes contratos para la explotación de recursos minerales. La petrolera CNPC suscribió en enero pasado un contrato con el Ministerio birmano de Energía para tender un oleoducto de 2.380 Km desde el puerto de Sittwe, en Myanmar, a Kunming, en China. En abril se aprobó la financiación de una tubería paralela, por valor de más de mil millones de dólares, que deberá transportar anualmente alrededor de 56 mil millones de metros cúbicos del gas. Gracias a estos proyectos, los petroleros procedentes del África y el Oriente Próximo podrán descargar hidrocarburos en Sittwe, sin necesidad de pasar por el problemático Estrecho de Malaca. China tutela a Myanmar desde hace tiempo, suministra las armas al régimen birmano y, según algunas fuentes, planea incluso instalar allí bases navales.

Empresas rusas también tienen intereses en Myanmar. Atomstroyexport firmó en mayo pasado un acuerdo que contempla la construcción del centro birmano de estudios nucleares. Zarubezhneft, Itera y Silver Wave Sputnik Petroleum promueven proyectos petroleros en la plataforma marítima de este país.

En 2001, Myanmar adquirió 15 cazas rusos MiG-29, por un importe total de casi US$150 MM, y va negociando con Rosoboronexport la creación del sistema nacional de defensa antiaérea con la ayuda de sistemas rusos Tor-M1 y Buk-M1-2.

"En caso de que suban al poder las fuerzas democráticas, se van a orientar seguramente hacia EEUU", considera Alexei Kirichenko, el mayor experto ruso en asuntos birmanos. "A diferencia de Pekín, cuyos intereses en Myanmar están garantizados por la proximidad geográfica y la presencia de amplia comunidad china, Moscú no puede esperar a que la cooperación siga desarrollándose al ritmo actual", señala él.

Kommersant

El presidente de Turkmenistán va a la guerra de gas contra Rusia

Se presentaron tensiones en las conversaciones sobre el tema gasístico entre Turkmenistán y Rusia, hizo constar el presidente turkmeno, Gurbangulí Berdimuhammédov, durante su primera visita a EEUU. Según algunas fuentes, acentuó las tensiones el deseo de Turkmenistán de aumentar un 50%, hasta 150 dólares por 1.000 metros cúbicos, el precio del gas para Gazprom. Si Rusia acepta la subida para mantener la alianza energética con Turkmenistán, tendría que pagar por ello ante todo Ucrania.

Las autoridades de Dushambé explican su iniciativa, arguyendo los planes de Gazprom de revisar al alza los precios del gas para Letonia, Lituania, Estonia, Hungría y Bielorrusia. El precio del gas es el principal obstáculo para consensuar los documentos sobre la construcción del gasoducto del Caspio, proyecto al que dieron la luz verde los líderes de Rusia, Turkmenistán y Kazajstán, al estampar sus firmas al pie del memorándum de intenciones el pasado mes de mayo.

Gazprom tiene motivos para insistir en que se mantengan los precios viejos. En 2006 el presidente del consorcio ruso, Alexei Miller, y el difunto presidente turkmeno, Saparmurat Niyázov, suscribieron el contrato de compra entre 2006 y 2009 de hasta 162 mil millones de metros cúbicos del gas natural a un precio de 100 dólares por 1.000 metros cúbicos.

Pero el nuevo mandatario turkmeno no ceja en el esfuerzo por reclutar a nuevos aliados estratégicos en la eventual confrontación con Rusia. La semana pasada BerdimuhammÉdov invitó a las compañías británicas a participar en la explotación de los yacimientos de hidrocarburos en el segmento turkmeno del Caspio y revalidó los acuerdos anteriores sobre los suministros de gas a China.

Ante la situación configurada, Rusia se vería obligada a recurrir a las presiones políticas sobre Turkmenistán o aceptar la subida de precios. Pero la revisión al alza de los precios afectaría no tanto a Gazprom como a Ucrania que recompra al monopolista ruso todo el gas turkmeno a través de Rosukrenergo.

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