Bolivia, dispuesta a reponer embajadores con Estados Unidos

LA PAZ (Sputnik) — El Gobierno de Bolivia está dispuesto a normalizar relaciones con Estados Unidos, con el nombramiento de embajadores, luego de más de 12 años de distanciamiento originado en una expulsión mutua de sus enviados diplomáticos, dijo el portavoz presidencial Jorge Richter.

"Lo que se quiere es buscar caminos de complementariedad con los diferentes países, y si esa búsqueda de complementariedad requiere el nombramiento de embajadores, pues es un elemento que se considera de forma prioritaria", afirmó el vocero en conferencia de prensa.

La Paz y Washington mantienen relaciones a nivel de encargados de negocios desde 2008, tras una expulsión mutua de sus embajadores precipitada por la decisión del entonces presidente Evo Morales de echar al estadounidense Philip Goldberg acusándolo de conspiración.

Respeto mutuo

"Desde el año 2008 no tenemos embajadores, no significa que haya ruptura de relaciones", apuntó Richter, destacando el principio de "respeto mutuo" manifestado el 20 de enero por Arce al felicitar a Biden.

El portavoz recordó que el mandatario boliviano ha señalado desde los primeros días de su gestión el desarrollo de relaciones políticas con todos los países, empezando por reponer vínculos que la presidenta transitoria "no constitucional" Jeanine Áñez había debilitado o inclusive roto en el último año.

Áñez bajó el nivel de las relaciones de Bolivia con Rusia, Estados Unidos y Cuba, alentando en cambio un acercamiento a Estados Unidos con la designación de un embajador especial, medida que no fue replicada por Washington.

"Lo importante es que las relaciones entre los países sean con el debido respeto de la no injerencia en las cuestiones internas de cada uno (…) y en ese marco podría ser considerado seguramente en los próximos meses el nombramiento de autoridades [embajadores]" remarcó el portavoz.

Añadió: "Vamos a observar cómo evolucionan los primeros contactos, las referencias entre los dos países, y se trabajará con seguridad en esa línea".

La crisis diplomática de 2008 abarcó también la expulsión de Bolivia de las agencias estadounidenses antidrogas (DEA) y de cooperación (USAID), que iniciaron un proceso de retorno durante la reciente gestión transitoria de Áñez.