La defensa del ciudadano ruso Oleg Pulatov al que acusan de cooperar para conseguir el misil, había pedido que se investiguen las otras versiones de los hechos que se niega a considerar el polémico equipo de expertos encargados del caso.
"Esa solicitud debe ser declinada", dijo el juez que preside el tribunal, Hendrik Steenhuis, en la audiencia.
El magistrado argumentó que en algunas situaciones no tenía sentido realizar más investigaciones.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias.
Todos los 298 ocupantes de la aeronave murieron. El Ejército ucraniano y las milicias de Donbás se acusaron mutuamente de la catástrofe.
Pese a todo, el Equipo de Investigación Conjunta (JIT), conformado por expertos de Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y la propia Ucrania, afirma que el misil supuestamente pertenecía al Ejército ruso y que había sido transportado previamente a territorio ucraniano, a un área bajo control de las milicias de Donbás.
La investigación del JIT obvió los testimonios de los habitantes de la zona que afirman que el misil fue disparado desde una zona controlada por los militares ucranianos.
Con todo, la Fiscalía responsabiliza del derribo del avión a Pulatov, otros dos ciudadanos rusos y a un ucraniano que, según el organismo, no apretaron el botón para lanzar el misil, pero cooperaron supuestamente para obtener el proyectil y llevarlo al lugar desde donde se produjo el disparo.
Desde Rusia califican de politizado el proceso por la catástrofe del avión malasio.