En particular, el pasado fin de semana en la ciudad china de Jinan, capital de la provincia de Shandong, hallaron trazas del COVID-19 en carne y tripas de res, así como en sus empaques importados de Brasil, Bolivia y Nueva Zelanda.
Carne infectada
Según comunicó el 14 de noviembre por la noche la comisión municipal de salud de Jinan, los productos entraron al país a través de los puertos de Shanghái, mientras más de 7.500 personas que pudieron haber estado expuestas a un posible contacto dieron negativo al coronavirus.
Por ejemplo, en la ciudad de Xian, capital de la provincia de Shaanxi, dos instalaciones de almacenamiento frigorífico fueron selladas este 15 de noviembre después de que un paquete de carne de cerdo argentina diera positivo al nuevo coronavirus.
Las autoridades municipales informaron que 18 personas vinculadas con el caso fueron puestas en cuarentena para observación médica y hasta ahora todas han dado negativo al coronavirus.
No es la primera vez que China encuentra el microorganismo que causa el COVID-19 en productos congelados.
La semana pasada, China ya encontró el coronavirus en el empaque de carne de vacuno argentina en las provincias de Shandong y Jiangsu, así como en el mismo tipo de producto procedente de Brasil en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
Según las autoridades de Wuhan, tres muestras de carne congelada importada de Brasil han dado positivo al coronavirus, por lo que se ha prohibido su ingreso al mercado.
Las autoridades locales sellaron los productos, los pusieron en cuarentena, desinfectaron el área y realizaron pruebas con el personal pertinente. Las 200 muestras del entorno de la cámara frigorífica donde se encontraban los paquetes y 112 empleados dieron negativo en las pruebas del COVID-19.
Anteriormente, Wuhan había ordenado una inspección exhaustiva de todos los productos alimenticios congelados e importados en toda la ciudad.
China también halló el virus en varias ocasiones en los paquetes de alimentos congelados importados de Ecuador. La última vez fue el 1 de noviembre en el embalaje de pescado congelado de la empresa ecuatoriana Firexpa.
Control reforzado
A pesar de que la OMS calificó de bajo el riesgo de contraer el virus de alimentos congelados, la Administración General de Aduanas de China decidió intensificar sus esfuerzos para impedir que el coronavirus se importe al país por esta vía.
Sin embargo, la agencia aduanera de China comunicó este 16 de noviembre que entró en contacto con 109 países que exportan alimentos congelados y exigió a las autoridades que insten a los exportadores a cumplir con rigor las directrices de saneamiento para evitar la contaminación de la comida y sus envases con el coronavirus.
Además, se decidió suspender las exportaciones de 99 empresas de 20 países, donde fueron detectadas infecciones entre los empleados.
La Administración General de Aduanas de China también decidió aumentar las pruebas de muestreo para los alimentos de mayor riesgo, como los mariscos, y redoblar esfuerzos para minimizar los riesgos de brotes del COVID-19, en particular, realizar exhaustivo saneamiento de alimentos importados que utilizan la cadena de frío.
Otra razón, según el experto, es la caída de temperaturas en el hemisferio norte, lo que permite que el virus sobreviva más tiempo en superficies.
Wu también afirmó que China, el principal comprador mundial de carne de vacuno, ha intensificado la supervisión epidemiológica de los alimentos congelados, logrando una temprana identificación de productos contaminados.