Xi Jinping advirtió que "no se bromea con el pueblo chino". Y si los chinos se enojan, es muy difícil detenerlos, señaló con referencia a las palabras del líder chino Mao Zedong.
El actual presidente chino subrayó que su país nunca buscaría la hegemonía o la expansión, pero se debería hablar con los invasores en un idioma que entiendan: la guerra y la violencia. Solo así, según Xi, se puede lograr la paz y el respeto.
El líder insistió en que el unilateralismo, el proteccionismo y el egoísmo extremo no llevan a ninguna parte, y que el chantaje, los bloqueos y la presión no solo no funcionan sino que, por el contrario, "llevan a un callejón sin salida".
Según Lu Xiang citado por Global Times, especialista en EEUU e investigador de la Academia China de Ciencias Sociales en Pekín, las palabras de Xi Jinping son "un mensaje extremadamente claro a un EEUU dirigido por la Administración Trump", puesto que todas las tesis del líder chino reflejan de alguna manera la actual política exterior de Washington.
En su discurso, Xi recordó que la guerra "contra la agresión estadounidense" ayudó a desafiar al imperialismo y a preservar la seguridad de la nueva República Popular China, creada en 1949. Además, como subrayó el líder de China, la guerra contribuyó a proteger la vida pacífica del pueblo chino, estabilizar la situación en la península de Corea y garantizar la paz en Asia y en todo el mundo.
Yang Xiyu, investigador principal del Instituto de Estudios Internacionales de China en Pekín, señaló, a su vez, que esta era la primera guerra en la que China se vio obligada a entrar para defender el derecho internacional y la seguridad nacional. Según el analista, "el espíritu de esa guerra también es relevante en el mundo actual con su creciente inestabilidad estratégica, la creciente amenaza de guerra y la creciente hegemonía de Estados Unidos".
Según Zheng Jiyong, director del Centro de Estudios Coreanos de la Universidad de Fudan en Shanghái, la situación actual de Asia es cada vez más parecida a la situación previa a la guerra de 1950. En ese momento, China se enfrentaba a una fuerte presión desde varios lados, siendo EEUU la principal fuente de presión. Por eso es importante que Pekín conserve el espíritu que lo llevó a la victoria hace 70 años.
"Esperemos que los dos candidatos presidenciales de EEUU tomen en cuenta el mensaje de China y que no sea demasiado tarde para establecer relaciones bilaterales cuando uno de ellos sea elegido. Pero si un pequeño grupo de extremistas conservadores contra China juega un papel decisivo en la configuración de su estrategia, será un desastre para los EEUU", aseguró Lu Xiang.
El diario recordó que China celebra el aniversario de la guerra contra EEUU en apoyo del pueblo de Corea del Norte todos los años el 25 de octubre, día en que un ejército de "voluntarios del pueblo chino" obtuvo su primera victoria.
