"Se confirmó la disposición para una estrecha coordinación de las acciones de Rusia y Turquía para estabilizar la situación, a fin de que el conflicto en Nagorno Karabaj vuelva a solucionarse lo más pronto posible por medio de negociaciones", comunicó el Ministerio ruso.
Los dos cancilleres expresaron preocupación por la confrontación militar en Nagorno Karabaj y abogaron por el cese de hostilidades.
"Se subrayó que es inadmisible involucrar a los combatientes de formaciones armadas ilegales de otras regiones en el conflicto", dice el comunicado.
En el contexto de apoyo político-diplomático a Bakú y Ereván se destacó la necesidad de unos "pasos sopesados".
Por su parte, Lavrov llamó la atención sobre los esfuerzos de los copresidentes del Grupo de Minsk de Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), incluida su declaración conjunta emitida el 1 de octubre de 2020 en la que instaron a las partes en conflicto a cesar los combates y sentarse a la mesa de negociaciones sin condiciones previas.
Las dos naciones se acusan mutuamente de haber desatado esta nueva espiral de hostilidades.
Tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994, Azerbaiyán perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones para solucionar el conflicto, encabezadas por el Grupo de Minsk de la OSCE, , copresidido por Estados Unidos, Francia y Rusia.