"No podemos afirmar que se trate de una interacción muy efectiva: tanto en los casos anteriores, no del todo agradables, ni tampoco ahora. Lamentablemente, la secretaría técnica no nos brinda un intercambio adecuado. Nos gustaría que esa interacción se realice a un nivel más alto", dijo Peskov en una rueda de prensa.
Según el portavoz, ahora no existe ninguna necesidad de poner nuevamente sobre el tapete casos semejantes del pasado, en particular, lo que ocurrió con jefe del consejo de la Fundación Borís Nemtsov, el activista y periodista Vladímir Kara-Murza.
El periodista sufrió dos presuntos ataques, uno en 2015, con un fallo múltiple de órganos vitales, y otro en 2017. En la segunda ocasión estuvo ingresado primero en Rusia y después en EEUU, donde recibió transfusiones de sangre.
Para el portavoz del presidente ruso, Moscú necesita antes recibir información de la capital alemana, de Estocolmo, o de "los colegas del secretariado técnico de la OPAQ", pero eso resulta cada vez más complicado.
El pasado 22 de septiembre el opositor ruso Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, después de pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín tras dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido a un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la OPAQ.
Moscú califica de infundada la versión de Berlín sobre lo ocurrido con Navalni y espera obtener respuestas oficiales a las solicitudes enviadas.