El Parlamento Europeo se negó a reconocer este jueves los resultados de las presidenciales bielorrusas del 9 de agosto, apoyó las sanciones en contra del mandatario actual, Alexandr Lukashenko, y exigió una repetición de los comicios con la participación de observadores internacionales.
"No solo es una burda injerencia en los asuntos de una nación soberana sino también un intento de suplantar al pueblo de Bielorrusia", afirmó Volodin en una declaración difundida por la cámara baja este viernes.
Para Volodin, los países de Occidente son conscientes de que Rusia no permitirá violaciones del derecho internacional, ni atentados contra la soberanía de Bielorrusia, con la que mantiene compromisos en el marco del Estado de la Unión y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
"Ahora que el Parlamento Europeo se ha pronunciado, podemos decir que tras el caso Navalni están los servicios secretos extranjeros", afirmó Volodin.
El líder parlamentario ruso sugirió al Bundestag (parlamento federal de Alemania) "discutir nuevamente hasta qué punto están involucrados en el caso sus servicios secretos y funcionarios".
El opositor Alexéi Navalni fue trasladado a Berlín el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
El 14 de septiembre, el Ministerio de Exteriores alemán declaró que esa conclusión había sido corroborada también por laboratorios de Suecia y Francia, y que las muestras tomadas a Navalni habían sido proporcionadas a la OPAQ.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.
El lunes pasado, la clínica alemana Charité informó que el opositor ruso fue desconectado de la ventilación mecánica y ya es capaz de levantarse de la cama, y un día después, el propio Navalni publicó su primera foto desde la salida de coma y confirmó que ya puede respirar por su cuenta.