"Es importante que instemos a las autoridades rusas a cooperar y investigar el caso, así como a colaborar en la investigación. Esperamos las aclaraciones y la cooperación necesarias", declaró el vicecanciller federal y ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz.
Señaló que las autoridades alemanas "están convencidas" de que Navalni fue envenenado con una sustancia neuroparalizante de la familia del Novichok, hecho que calificó de "delito grave".
La portavoz adjunta del Gobierno alemán, Martina Fietz, declaró que Rusia, y no Alemania, dispone de los datos necesarios para aclarar lo sucedido con el opositor ruso Alexéi Navalni.
"Rusia ahora dispone de la información necesaria, y no Alemania, por lo tanto le corresponde a Rusia dar las explicaciones sobre este caso", afirmó Fietz a la prensa.
Reacción de Rusia
A su vez, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró el 9 de septiembre que Moscú tiene numerosas preguntas a Berlín sobre su actitud inapropiada ante las interpelaciones oficiales que le dirige Rusia para aclarar la situación de Alexéi Navalni.
Lavrov reveló que Alemania evitó contestar a las preguntas durante más de una semana y reaccionó con arrogancia a cualquier aviso de que la parte rusa está esperando las respuestas.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, agregó que la parte alemana por consideraciones políticas esquiva cooperar con Moscú en el caso del opositor ruso Alexéi Navalni.
"Los últimos días en numerosas ocasiones llamamos la atención a la parte alemana sobre la ausencia de cooperación, decíamos que da la impresión de que ellos eluden cooperar por algunos motivos políticos, lo que es de lamentar. La Fiscalía General de Rusia, que se dedicó a investigar este asunto, no ha recibido respuesta de las autoridades alemanas a su interpelación", dijo a los periodistas.
El opositor ruso Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
El hospital de Omsk le indujo en un coma y sospechando que fue envenenado le trató con atropina, medicamento que sirve como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, luego los médicos de Omsk se retractaron de su versión inicial y le diagnosticaron un trastorno metabólico.
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia de la familia del Novichok, incluida en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre las Armas Químicas.
Desde Moscú tildaron de infundadas las declaraciones alemanas sobre lo ocurrido con Navalni y dijeron que esperan las respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.
El 7 de septiembre la clínica Charité informó que Navalni fue sacado del coma inducido y responde a los estímulos verbales.
