Según el anuncio oficial, hecho el 5 de agosto por el ministro de Exteriores, François-Philippe Champagne, y la titular de Desarrollo Internacional, Karina Gould, dicha asistencia incluye una suma inicial de 1,5 millones de dólares (USD1,13 millones) que se destinará con carácter inmediato a socios humanitarios sobre el terreno, incluida la Cruz Roja Libanesa, para las necesidades urgentes.
"Canadá está con el pueblo del Líbano en esta tragedia y estamos listos para ayudar en lo posible, como lo expresé en mis dos conversaciones recientes con mi colega libanés. Esta contribución inicial ayudará a satisfacer las necesidades inmediatas y más urgentes", manifestó Champagne.
Por su parte, Gould señaló que "los primeros días son cruciales en un desastre humanitario" y que "estos fondos proporcionarán refugio seguro, agua limpia, medicamentos y necesidades básicas para los necesitados".
Al menos 135 personas murieron y más de 5.000 resultaron heridas por una doble explosión que tuvo lugar en Beirut el 4 de agosto.
La explosión, provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, dañó la mitad de los edificios en la capital libanesa, dejó a unas 300.000 personas sin hogar y causó un impacto económico de 10.000 a 15.000 millones de dólares, según estimaciones recientes.