El 21 de julio, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, expresó durante una conferencia de prensa la intención de EEUU de crear una coalición internacional que se oponga conjuntamente a China. Afirmó que EEUU quiere que todos los estados soberanos entiendan la amenaza que China representa y respondan a su comportamiento.
En una entrevista con Sputnik, Alexandr Lománov, el vicedirector del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias, describió la intención de crear una coalición contra el país asiático como un "giro curioso" en la diplomacia estadounidense.
"Un giro curioso: resulta que EEUU necesita aliados para un proyecto muy claro y concreto —contener a China—. La pregunta es hasta qué punto los aliados, a los que se ha dicho durante tanto tiempo que son una carga y unos parásitos, están dispuestos a ponerse del lado de Washington para frenar a la República Popular. Es evidente que algunos de los países más cercanos a Washington apoyarán esta iniciativa. Por ejemplo, el Reino Unido que, bajo presión americana, decidió renunciar al equipo de Huawei", opinó Lománov.
Una de las intrigas en la promoción de esta iniciativa es cómo el país norteamericano llevará a cabo el trabajo de propaganda dentro del bloque de la OTAN. ¿Podrá movilizar al bloque de la Alianza para disuadir a China, o la mayoría de los miembros europeos del bloque preferirán no arriesgar sus lazos con esta?
"EEUU espera crear esta alianza, pero es muy poco probable. La actual situación política internacional y la arquitectura geopolítica difieren de la situación de la Guerra Fría. En particular, los factores de la interdependencia y la coexistencia socioeconómica y cultural mundial son muy grandes. Además, EEUU y la Unión Soviética estaban listos para enfrentarse, mientras que China no lo está. Creo que es solo una forma de presionar políticamente al gigante asiático para que haga concesiones", comentó el experto.
Zheng describió las declaraciones de Mike Pompeo en Londres de retórica propia de la Guerra Fría.
"Algunos funcionarios estadounidenses, Pompeo entre ellos, ven invariablemente a China como un enemigo. De hecho, es una mentalidad de la Guerra Fría. Las observaciones de Pompeo son una continuación de la política antichina de Estados Unidos", recalcó.
En cuanto a la acumulación de todo tipo de coaliciones internacionales dudosas, la diplomacia estadounidense tiene una amplia experiencia de este tipo, sostiene.
"Desde el comienzo de la Guerra Fría, durante el período de contención de la URSS, el Gobierno estadounidense utilizaba las relaciones con los aliados para crear varios tipos de coaliciones para fortalecer su poder y ampliar su influencia. Ahora Pompeo quiere utilizar un enfoque similar para influir en Pekín", concluyó.