"Con las declaraciones de que las empresas europeas también se ven amenazadas por sanciones, el Gobierno de EEUU no respeta la soberanía de Europa y su derecho a decidir independientemente dónde y cómo recibir la energía. La política energética europea se hace en Europa y no en Washington. Rechazamos las sanciones extraterritoriales", dijo en una declaración, divulgada por el Ministerio de Exteriores alemán.
En estas conversaciones "dejamos clara nuestra posición. Consideramos que es inapropiado protegerse con sanciones en un entorno de socios. Lo que necesitamos es un enfoque transatlántico para las sanciones contra Rusia. Estos esfuerzos se ven obstaculizados por el discurso actual de EEUU", subrayó el político alemán.
Reacción de Austria
Las autoridades de Austria rechazan los planes de Estados Unidos de imponer sanciones extraterritoriales al gasoducto Nord Stream 2, comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"Austria rechaza rotundamente los planes de EEUU de imponer sanciones extraterritoriales a la construcción del Nord Stream 2. Confiamos en el diálogo directo entre los socios, y no en las sanciones unilaterales", dijo el Ministerio austriaco a través de la red social Twitter.
Austria clearly rejects US plans to impose extraterritorial sanctions against #NordStream2. Among trusted partners, we believe in direct talks, not unilateral measures.
— MFA Austria (@MFA_Austria) July 16, 2020
El 15 de julio el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció que Washington planea extender las sanciones impuestas en virtud de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (Caatsa, en inglés) al gasoducto Nord Stream 2 y al segundo ramal de Turk Stream.
Pompeo afirmó que no son proyectos comerciales sino herramientas con las que el Kremlin procura explotar y expandir la dependencia europea del suministro de hidrocarburos rusos. El anuncio de posibles sanciones, según él, es una advertencia para que las empresas implicadas salgan ya de estos proyectos o enfrenten las consecuencias.
El Kremlin declaró que ese anuncio de sanciones forma parte de "la burda política de restricciones de toda clase, de burdas presiones sobre empresas europeas" que ejerce Estados Unidos.
La construcción fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
Se oponen al nuevo gasoducto EEUU, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.