"Actualmente, Ucrania no puede aceptar que el avión fuera derribado como resultado de un error humano. Estamos convencidos de que este problema debe resolverse en el marco de una investigación penal con el establecimiento de todos los hechos, y solo después será posible hablar sobre hipótesis del accidente del avión ucraniano", dijo Kuleba.
Agregó que las partes deben centrarse en la necesidad de establecer todos los hechos jurídicos.
"Tenemos muchas preguntas, necesitamos muchas respuestas competentes, imparciales y objetivas acerca de lo sucedido", puntualizó el ministro.
El 8 de enero, el Ejército iraní bombardeó dos bases usadas por militares estadounidenses en Irak en represalia por la muerte del general Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, asesinado una semana antes por EEUU mediante un ataque de precisión en Bagdad.
Varias horas después del ataque a las bases, un Boeing 737-800 de Ukraine International Airlines que acababa de despegar con 176 personas a bordo con destino a Kiev se estrelló cerca del aeropuerto de Teherán.
En la catástrofe murieron 82 iraníes, 63 canadienses, 11 ucranianos, 10 suecos, siete afganos y tres británicos.
El Estado Mayor iraní admitió que el avión ucraniano fue derribado por error humano, después de que un operador de la defensa aérea lo identificara como un supuesto blanco enemigo que se había acercado demasiado a una importante instalación militar.