La semana pasada, la agencia Reuters, citando un informe del secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que los misiles de crucero usados para atacar las instalaciones de la compañía petrolera Saudi Aramco y el aeropuerto de Arabia Saudí en 2019 eran de "origen iraní".
"Las llamadas evidencias irrefutables incluyen inscripciones en farsi, lo que, por supuesto, recuerda todos los casos anteriores cuando en base a conversaciones en ciertos idiomas se hicieron conclusiones sobre la participación de los países donde se usan estos idiomas en algunos crímenes", dijo Zajárova.
Agregó que todas estas teorías "provienen justamente de los que se esfuerzan a toda costa por demostrar la culpa de Irán".
"Una especial preocupación la causan las llamadas evidencias contra Irán que se basan en las interceptaciones por parte de las armadas de Estados Unidos y Australia de ciertas embarcaciones en aguas internacionales, mientras el informe no menciona el hecho de que estas actividades, parecidas a la piratería, van más allá de las normas reconocidas de interacción entre Estados y derecho internacional", puntualizó.
A mediados de septiembre de 2019, Riad denunció que refinerías de la empresa Saudi Aramco en Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí, fueron objeto de un ataque con drones.
Los hutíes del movimiento yemení Ansar Alá, contra los que lucha la coalición árabe con Arabia Saudí a la cabeza, afirmaron que fueron sus combatientes quienes atacaron las instalaciones saudíes.
Sin embargo, EEUU y Arabia Saudí afirmaron que detrás del ataque está Irán, que rechaza en términos enérgicos su implicación.