"Reconocemos que el G7 tiene la misión de liderar la opinión pública mundial y Japón quiere ser líder en la adopción de una declaración sobre Hong Kong basada en el principio 'un país, dos sistemas'", dijo Abe citado por Kyodo.
La declaración de Abe se produce en medio de desacuerdos entre Estados Unidos y China sobre el proyecto de ley chino para la seguridad nacional en Hong Kong.
Japón ya había expresado una seria preocupación por el borrador de Pekín y convocado al embajador chino para hacerle saber su opinión.
Al mismo tiempo, Tokio se prepara para una visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, programada para abril pero pospuesta debido a la crisis del coronavirus.
China, preocupada por las declaraciones de Abe
Pekín expresa una seria preocupación con motivo de las declaraciones del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, sobre Hong Kong y quiere recordar que ningún país tiene el derecho a inmiscuirse en los asuntos internos de la República Popular de China, declaró en rueda de prensa la portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying.
"Hemos tomado nota de las respectivas noticias y hemos expresado nuestra seria preocupación (con motivo de las declaraciones de Abe)", dijo la diplomática, además señaló que "la decisión de la Asamblea Popular Nacional de China de crear mecanismos legislativos para garantizar la seguridad nacional de Hong Kong es un asunto interno de China y ningún Estado extranjero tiene el derecho a inmiscuirse".
La declaración de Abe resonó en medio de desacuerdos entre Washington y Pekín sobre el proyecto de ley chino para la seguridad nacional en Hong Kong, la cual, según EEUU apunta a liquidar la alta autonomía de esta región china.
China rechazó cualquier crítica y reiteró que lo relativo a Hong Kong es un asunto interno.
El pasado 28 de mayo el Legislativo chino avaló una resolución que da luz verde a su Comité Permanente para desarrollar e incluir en la legislación de Hong Kong la ley de seguridad nacional, que penaliza los actos de subversión, terrorismo, secesión, la conspiración con influencia extranjera y otros que amenacen la seguridad del territorio.
El proyecto de ley en cuestión provocó críticas de las fuerzas antigubernamentales de Hong Kong y de algunos funcionarios occidentales que vieron en ese documento el deseo de Pekín de recrudecer el control sobre esta región autónoma.