"Rusia trazará su línea ulterior respecto al Tratado de Cielos Abiertos partiendo excepcionalmente de los intereses de seguridad nacional, en una estrecha cooperación con sus aliados y socios", dice el comunicado de la Cancillería rusa publicado en su página web.
El ministerio calificó la decisión de EEUU de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos de "un paso lamentable desde el punto de vista de la seguridad europea".
Al mismo tiempo, se subraya que esta decisión "se enmarca plenamente en su línea dirigida a la destrucción de todo un conjunto de acuerdos de control de armas y destinados al fomento de la confianza en el ámbito militar".
Al comentar la idea de que EEUU podría revisar su decisión si Rusia vuelve a cumplir con el tratado, el Ministerio de Exteriores ruso declaró que es un "ultimátum" y destacó que "no se podrá dialogar" basándose en esa posición.
Al mismo tiempo, Moscú aseguró que está abierta a un diálogo que sea equitativo y tenga en cuenta los intereses mutuos.
"Sin embargo, Washington no lo busca y prefiere ir precisamente a la retirada del Tratado, es profundamente lamentable porque daña gravemente la seguridad europea", dice el comunicado.
El pasado 21 de mayo, el presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó que su administración abandonará el Tratado de Cielos Abiertos y lo explicó por presuntas violaciones del acuerdo por parte de Rusia.
Sin embargo, el mandatario mencionó la posibilidad de dar marcha atrás a esta decisión o elaborar otro acuerdo similar, si Rusia vuelve a acatar el tratado.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a observadores militares realizar vuelos desarmados de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Ese documento, en vigor desde 2002, cuenta hoy con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.