"Los abogados de Julian Assange volverán el lunes [27 de abril] al tribunal para presentar argumentos a favor de aplazar la audiencia sobre la extradición", se comunica.
"Debido a la crisis del coronavirus el acceso ya restringido se limitó a un nivel inaceptable", explica la nota.
El documento dice que Assange no podrá asistir a la audiencia del 27 de abril en la Corte de Magistrados de Westminster incluso por videollamada porque, según las recomendaciones médicas, el traslado y presencia en la estancia con dispositivos para teleconferencia ponen en riesgo la salud.
"Dos encarcelados ya murieron en Belmarsh, los prisioneros están encerrados en sus celdas 23 horas al día", destacan los activistas.
A finales de marzo la Corte de Westminster negó a Assange la libertad cautelar que sus abogados británicos demandaron ante el riesgo de que contraiga el COVID-19 en la cárcel de Belmarsh.
A causa de la pandemia, los periodistas y activistas tampoco podrán estar presentes en las audiencias.
"El resto de las audiencias que durarán, probablemente, tres semanas forman la mayor parte del proceso y prevén la participación de testigos, la mayoría de los cuales debe llegar desde el extranjero", dice el documento.
Los abogados de Assange insisten en que las audiencias no pueden celebrarse en el tiempo programado porque ellos mismos no podrán prepararse, los testigos no podrán llegar y los periodistas no podrán cubrir debidamente el tema.
Por su parte, los abogados que representan los intereses de EEUU, que reclama la extradición del ciberactivista, "están de acuerdo con que se debe demorar el resto de las audiencias", según el documento.
Los cargos imputados contra Assange se penalizan en su conjunto con 175 años en prisión.
Assange se encontraba refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres.
El Gobierno de Lenín Moreno le retiró el asilo el pasado 11 de abril y la policía británica detuvo al periodista ese mismo día por haber violado las condiciones de la libertad condicional en 2012.
Assange lleva casi un año en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres.