El 14 de abril, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que EEUU suspende su contribución a la OMS mientras evalúa su papel en la crisis de COVID-19, acusando a la agencia de la ONU de mala gestión de esta crisis y de encubrimiento de la propagación del coronavirus, por confianza excesiva en China.
"Quiero destacar que Estados Unidos es un país miembro de la OMS, (...) el cese de la financiación estadounidense es una violación de sus obligaciones como país miembro de la organización", dijo Geng en una rueda de prensa.
El diplomático aseguró que las acciones de Washington repercutirán negativamente en la cooperación internacional en la lucha contra el coronavirus y advirtió sobre las consecuencias nefastas que pueden entrañar.
Para el diplomático resulta evidente que Washington se comporta como un país hegemónico, pues, al realizar el mayor aporte a la OMS, espera poder dictarle sus reglas de comportamiento.
El portavoz sostiene que los ataques de la Casa Blanca contra el organismo internacional no tienen ningún fundamento ni van acompañados de las más mínimas pruebas.
El 23 de abril Pekín anunció que China donará 30 millones de dólares a la OMS en adición a los 20 millones que le concedió el mes pasado para combatir la pandemia de COVID-19.