"Las sanciones unilaterales son ilegítimas en sí mismas, y las sanciones que reducen la capacidad de contrarrestar una pandemia en la situación actual, y que fueron adoptadas sin pasar por el Consejo de Seguridad de la ONU, son absolutamente inmorales e inhumanas", dijo Lavrov.
Recordó que los estadounidenses no permiten que los cubanos compren equipos médicos, utilizando su posición en el mercado de estos bienes y el papel del dólar en las operaciones bancarias.
"Estados Unidos, para mi gran pesar, lanzó una campaña para desacreditar a los médicos cubanos que trabajan en docenas de países de todo el mundo, brindando soluciones a los problemas de salud más difíciles, este comportamiento no es digno de un gran país", subrayó el canciller.
El 13 de abril, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció que debido al bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU aplica contra Cuba desde hace casi 60 años, La Habana se vio impedida de adquirir respiradores artificiales, un equipamiento clave para la atención a los casos más graves de contagiados con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Cuba planeaba comprar a los fabricantes IMT Medical y Acutronic un lote de estos imprescindibles equipos médicos, pero estas compañías pasaron al control de la empresa estadounidense Vyaire Medical Inc., que canceló todos los proyectos con Cuba debido a las restricciones impuestas por Washington.
Desde la llegada al poder en EEUU del presidente Donald Trump, se han recrudecido las sanciones contra La Habana, principalmente contra las brigadas médicas cubanas que prestan servicio en más de 50 países.
Levantamiento de sanciones antirrusas
Además, el canciller afirmó que Rusia no planea pedir a la Unión Europea (UE) el levantamiento de las sanciones.
"Hablamos de las sanciones varias veces, es un tema que no abordaremos. Si la UE comprende que este método agotó sus posibilidades y rechaza las decisiones tomadas en 2014, estaremos dispuestos a hacer lo mismo, pero no planeamos pedir que lo haga", declaró Lavrov.
Precisó que Rusia, cuando sus socios le fallaron y abandonaron sus obligaciones en muchos asuntos, tomó un camino que debe asegurarle la autosuficiencia frente a todos los cambios de ánimo de los socios occidentales; sin embargo, esto no significará el aislamiento.
Según él, Moscú está en contra de las sanciones pero no dará prioridad absoluta a su levantamiento en sus relaciones con la UE sino que planea concentrarse en la agenda interna del país y en el desarrollo de relaciones con los que están dispuestos a tenerlas sin reserva.
Las relaciones entre Rusia y Occidente entraron en un periodo de tensión en 2014, después de que Crimea se reincorporara al territorio ruso tras un referéndum con un aplastante sí, y estallara el conflicto armado en el este de Ucrania.
EEUU, la UE y otros países impusieron sanciones a Rusia por lo que consideran la "anexión ilegal" de Crimea y por su presunta implicación en el conflicto en el este ucraniano.
Quejas a China por el COVID-19
Además, Serguéi Lavrov declaró que es inadmisible presentar reclamaciones a China por la propagación del nuevo coronavirus.
"Eso de que China tendrá que pagarnos a todos, por la aparición de esta infección y por que alguien avisó presuntamente tarde, es pasarse de la raya", dijo Lavrov a la prensa, subrayando que "es absolutamente inadmisible".
El jefe de la diplomacia rusa destacó que "no se debe juzgar a los demás desde una percepción subjetiva", y recordó que son los altos cargos de los países occidentales los que suelen hacer este tipo de declaraciones.
Lavrov expresó también que es especialmente lamentable escucharlas porque "nuestros amigos chinos, que superaron la cúspide de la epidemia en su país, (...) no se cierran y aspiran a ayudar a otros países de una u otra manera, compartir con ellos la experiencia adquirida en la lucha contra este mal en China".
También el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó a China de poner en riesgo miles de vidas al ocultar información sobre la enfermedad, y el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Robert C. O'Brien, indicó que Washington no puede confirmar si los datos chinos sobre la propagación del virus son correctos.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores chino calificó estas declaraciones de mentirosas y amorales.
El 29 de marzo, la Comisión Nacional de la Salud de China anunció que había logrado frenar la propagación de COVID-19 en el país, que comenzó a fines de diciembre en la ciudad china de Wuhan.
Al contrario, Estados Unidos es actualmente el epicentro mundial de la pandemia del COVID-19 con el mayor número de casos confirmados. Hasta la fecha se han registrado en EEUU unos 582.600 contagios y más de 23.000 muertes.
Envío de equipos médicos adicionales
Asimismo, el ministro de Exteriores de Rusia comunicó que Moscú analizará una posible nueva petición de EEUU sobre el envío de equipos médicos adicionales para la lucha contra el coronavirus.
Rusia envió el 1 de abril a Estados Unidos un avión con mascarillas, respiradores artificiales y otros equipos para salvar vidas humanas.
"Si recibimos solicitudes adicionales de la parte estadounidense sobre la asistencia en los suministros de tal o cual equipo, artículo de protección, desde luego la examinaremos", dijo Lavrov durante una entrevista a través de videoconferencia.
Agregó que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homologo de EEUU, Donald Trump, hablaron sobre el tema en su última conversación telefónica.
Durante la conversación, continuó Lavrov, "el presidente Trump subrayó que si Rusia tuviera alguna necesidad, EEUU, una vez que ponga en marcha la producción de equipos correspondientes a un nivel suficiente, estaría listo para enviar tales suministros a nuestro país".
"Es una actitud normal de un socio", opinó el canciller ruso.
