En su comunicado publicado este 6 de abril, el Grupo de Trabajo de Expertos sobre personas de ascendencia africana afirmó que la discriminación estructural podría agravar la desigualdad en el acceso a la asistencia médica y el tratamiento, lo que llevará a su vez a la disparidad racial en los resultados sanitarios y a una mayor mortalidad y morbilidad entre las personas de ascendencia africana.
"A pesar de las contundentes respuestas, los Estados no reconocieron los riesgos específicos de la salud a los cuales se enfrentan las personas de ascendencia africana ni cómo la discriminación, las preferencias implícitas y los estereotipos raciales pueden penetrar en la política", declaró el presidente del grupo de trabajo, Ahmed Reid.
El Grupo de Trabajo enfatizó que los Gobiernos deben examinar cómo la discreción, sin una orientación adecuada, afecta los riesgos y la vulnerabilidad según la raza durante la crisis. Donde ya existen datos desglosados, son evidentes las desigualdades raciales severas, alertó.
En su comunicado, el Grupo de Trabajo también mencionó que "los empleados de asistencia médica estresados y abrumados y los dirigentes locales necesitan más orientación para prevenir la discriminación racial en este tiempo crítico, incluyendo datos desglosados para asegurar el tratamiento equitativo".
El comunicado precisa que muchas personas de ascendencia africana trabajan en el sector de servicios, viven en comunidades densamente pobladas, encaran la inseguridad alimentaria e hídrica y a menudo carecen de acceso a viviendas seguras.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A escala global se han confirmado hasta ahora más de 1,28 millones de casos de infección por el virus causante de COVID-19, incluidos más de 69.000 decesos y más de 265.000 pacientes recuperados, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.