"El rechazo a apoyar nuestro proyecto muestra claramente una política de doble rasero. Por una parte, deberíamos estar juntos en la lucha contra la amenaza planetaria, y por otro lado, todos piensan solo en cómo continuar la política para no ayudar a sus oponentes de ninguna manera", dijo Razzhivin, el director adjunto del Departamento de Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad de Moscú para las Humanidades.
Señaló que "por supuesto, no se trataba solo de levantar las sanciones contra Rusia, pues justamente es lo que no necesitamos ahora, sino contra otros países, por ejemplo, Irán".
Rusia había propuesto a la Asamblea General adoptar la Declaración de Solidaridad en la lucha contra el coronavirus, según la cual los Estados aceptarían colaborar entre ellos y con la Organización Mundial de la Salud para desarrollar formas de combatir la propagación y el tratamiento del COVID-19.
Además, el documento llamaba a los países a que brinden ayuda a los Estados más afectados, especialmente a los países en desarrollo, así como a que renuncien a las guerras comerciales y las sanciones unilaterales aprobadas sin el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU. Otros 28 Estados miembros de la ONU fueron coautores de esta declaración.