"Creo que llegan grandes cambios en todo el sistema de las relaciones internacionales, se vienen gestando desde hace ya tiempo", dijo Lukashévich.
El embajador indicó que "la infección por coronavirus, que ha modificado la vida no solo de la sociedad, sino de los Estados y todos los continentes, afectará, sin lugar a dudas, la esfera diplomática y el sistema de coordenadas en Europa".
"Ese proceso de reflexión sobre cómo viviremos tras el coronavirus se desarrolla de forma activa también aquí, en la OSCE", remarcó.
"Aquí uno de los papeles principales lo podría desempeñar Rusia, que desde hace tiempo insiste en reformar esta organización, ponerla en orden desde el punto de vista de procedimientos y normas", enfatizó al agregar que la OSCE todavía no tiene ni su propia Carta, ni reglamentos de trabajo de las misiones e instituciones.
En opinión del embajador, es imposible evitar que se produzcan cambios en las estructuras de la OSCE.
En lo referente a la diplomacia en la OSCE en tiempos de coronavirus, Lukashévich señaló que esta "ha bajado su ritmo" y ahora busca nuevas posibilidades y métodos para comunicar.
Ahora los contactos a nivel del Consejo Permanente de la OSCE y el trabajo en ciertas decisiones, según el embajador, "se realizan en línea y por videoconferencias".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) March 27, 2020
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Diplomáticos rusos en Viena
Los diplomáticos rusos que trabajan en Viena siguen las recomendaciones y medidas impuestas por las autoridades de Rusia y de Austria ante la propagación del coronavirus, aseguró Lukashévich.
El diplomático destacó que esas medidas restrictivas, a veces severas pero necesarias, reflejan de forma adecuada la actual situación en Austria.
"Por lo que sé, gracias a esas medidas estrictas no ha sido detectado ningún caso de contagio por ese tipo de infección" en las instituciones rusas, afirmó.
El embajador aseguró que "los médicos trabajan de manera activa en nuestras representaciones, hay contactos con las instituciones médicas de Viena que en caso necesario ayudarán con pruebas y hospitalización".
A escala global se han detectado más de 873.000 contagios por el virus, entre ellos más de 43.000 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins. Más de 184.000 personas han superado la infección.