"El presidente [Erdogan] resaltó la necesidad de que se cumplan las obligaciones internacionales respecto a los refugiados y se comparta con justeza la carga y la responsabilidad por los mismos", indicó la Administración del mandatario turco.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, reunido con el ministro del Interior serbio, Nebojsa Stefanovic, declaró que las autoridades de Hungría esperan una afluencia de hasta 100.000 migrantes sirios que se desplazan a través de Turquía a los países de la UE.
Szijjarto señaló que Hungría está dispuesta a ayudar a Belgrado en la protección de la frontera sur con Macedonia del Norte.
"Cuando en los últimos años ustedes se enfrentaron a una situación crítica, enviamos a 600 de nuestros policías, y ahora en la frontera con Macedonia del Norte hay 20 de ellos. Cuando nuestra frontera estaba bajo ataques nos ayudaron tanto los checos, como los eslovacos y los polacos", agregó.
Contexto
La Media Luna Roja informó el 28 de febrero que observaba en Turquía el aumento del flujo de refugiados que se dirigían a la frontera con Grecia y Bulgaria, países de la Unión Europea.
El 29 de febrero, Erdogan confirmó que Turquía había abierto sus fronteras con la UE para los refugiados sirios y que miles de ellos ya habían entrado en Europa. El líder turco instó a la UE a cumplir sus promesas.
El 2 de marzo, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que su país seguía aceptando refugiados, pero la situación actual debe resolverse a nivel europeo y es que se trata de "una cifra considerable".
En el marco de un acuerdo firmado en 2016, la UE se comprometió a pagar a Turquía 6.000 millones de euros para que este país contenga el flujo de migrantes. Erdogan acusó a los europeos de no cumplir con lo pactado.
