"Estamos al tanto del pedido [para desplegar] misiles Patriot en Turquía, cerca de la frontera con Siria, pero no hemos tomado una decisión", dijo el funcionario.
Afirmó que Estados Unidos mantiene conversaciones con Turquía sobre cómo puede ayudar a Ankara a proteger a las tropas que tiene dispuestas en la provincia siria de Idlib.
"Las fuerzas turcas, como la nuestra, tienen derecho a defenderse", dijo el portavoz, "apoyamos firmemente a Turquía en esta difícil situación y estamos discutiendo activamente la mejor forma en que nosotros y otros miembros de la comunidad internacional podemos ser de ayuda".
La tensión en la región aumentó aún más después de que las fuerzas del Gobierno bombardearon un punto de observación turco el 3 de febrero, matando a siete militares y un contratista civil.
Turquía llevó a cabo una serie de ataques en represalia.
Según la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh), desde el 1 de diciembre de 2019, el conflicto en Siria forzó el desplazamiento de más de 900.000 personas, el 80% de ellas mujeres y niños.
Se trata del mayor éxodo desde que empezó la guerra en 2011.