"El alcance de nuestras preocupaciones va mucho más allá de los Aegis Ashore. Se trata de que existe una alianza política y militar japonesa-estadounidense. No consideramos a Japón una amenaza pero si hablamos de esta alianza, que implica, entre otras cosas, la presencia de tropas estadounidenses en Japón, no podemos dejar de prestar atención al hecho de que la política actual de Estados Unidos hacia Rusia no es amistosa, por decirlo suavemente, sino esencialmente hostil", señaló el diplomático.
Según el diplomático, Moscú no puede sino tener en cuenta este factor.
El Gobierno de Japón aprobó en diciembre de 2017 la adquisición de sistemas de combate terrestres Aegis Ashore para potenciar la capacidad de defensa ante la amenaza de misiles norcoreanos.
Dos sistemas Aegis Ashore cubrirían la totalidad del territorio japonés y, según las previsiones, se harían operativos para el año fiscal 2023.
Las armas vendrían a complementar los misiles interceptores SM-3 de la versión naval de Aegis instalada a bordo de varios destructores japoneses y una treintena de sistemas PAC-3 estacionados en las principales bases militares y en las zonas más pobladas.